¡Ya están aquí las Fallas!

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Ella. Mírenla que guapa está.


Detalle posterior y de los arreglos.


Y él. Guapísimo también, claro.


Plano medio del protagonista.

Los muñecos tienen poco menos de 50 cm. de alzada y, como podéis ver, no les falta detalle. Además, pueden estar personalizados con arreglo a la persona a quien vayan destinados, tanto físicamente (lleva gafas, es morena o moreno...), como en lo relativo a los trajes, porque pueden ir vestidos tal y como sus dueños, con sólo que nos proporcionéis unos retalitos sobrantes.
¡Un regalo único y entrañable!


¡Ah! Y os recuerdo los broches a juego, que son una monada, ¿verdad?
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¡Señooo!

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A la izquierda, mi sobrina Carmensín, de la Guardería L'Escoleta; y a la derecha otra «seño», pero en este caso del cole de mis sobrinos.
¡Qué guapa estás Carmensín!
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Una coordinadora de cajas, de un centro comercial...

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Siempre de aquí para allá, pendiente del teléfono.
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Una niña con coletas y todo...

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Sonriente, con las mejillas sonrosadas y unas laaargas coletas.
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Camafeos dignos de una marquesa...

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Uno de los lindos camafeos.


El otro. Ambos elegantes. Imagínenlos sobre un chaquetón.


Los dos. Cara a cara.
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Unas cajeras de... Adivinen ustedes.

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Mírenlas ellas que guapas: azafatas de caja. Todas diferentes e inconfundiblemente propias. ¡Seguro que se reconocen!
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Farmacéutica y vendedoras de parafarmacia...

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A ver qué os parecen estos broches tan específicos...


Aquí os presento a una farmacéutica rubia (ref.0098).



La farmacéutica (ref.0098) con unas amigas, vendedoras de parafarmacia (ref.0097).



Y las vendedoras de parafarmacia, posando en solitario (ref.0097).
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